Comparto algo de Alfonsina Storni, Argentina y dulce,Ella decidió ahondarse solita en las aguas del inmenso mar, algunas ideas de Platón mi compañero por estos días, y una opinión muy personal...
¿Concupiscible?
Donde emergen o estallan los apetitos y deseos según Platón,ni sé para que lo leo,si últimamente él y yo no coincidimos mucho,en fin ...Pensando en esta etapa:concupiscible
me he puesto a desvariar muchas pendejadas,eso de desear,de ese enamoramiento del cuerpo por el sexo,eso es tremendo!¿no?, pienso yo aca en mi cabecita, sería como que meterle pata a la razón,nos confundimos y pensamos ¿qué es el Real amor?, amar debe ser más...no es de complementar, ni de necesitar, ni de volverse supremamente loco y desquiciado sin razón por alguien, no creo que amar sea manipular y acaparar al otro, herirlo,apartarlo cuando no es lo que nosotros queremos que sea,amar no debe ser querer cambiar a otro ser, o dejarlo solo o sola cuando nos vemos afectados, debe ser algo más!.
¿Es amar convencer a otra alma de entregarse y después tirarla al vacío porque no es lo que buscamos?
Ahora bien mi amiguito Platón ya se puso más a tono y dijo que las otras dos partes del alma son la parte: irascible,sede de las pasiones nobles y el valor...partecita que muchos escondemos,y la otra parte, inteligible es la sede de la razón!!
He aquí pues,según el señorito Platón.
LAS TRES PARTES DEL ALMA.
Concupiscible
irascible
inteligible
Si así fuera .pues hay que hacerlas evidentes,¿no?...por último
mi poema de esta tarde .
ALMA DESNUDA Alfonsina Storni
Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.
Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.
Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.
Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.
Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.
Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.
Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.
Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.
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