El ,al paso de un cortejo,
tantrico desfile,
fue despetalando muertas flores,
rosas,jazmines,
sereno ,libidoso ...
Como quien desabrocha una blusa,
paso a paso en un pecho virgen,
mete mano y arranca su corazón
sin dejar nada,solo vacío y sus confines.
El la conocía de un pasado,
de un sueño,
de verdad debilitada,
cuidada por serafines.
Rato largo vió su mano...
había logrado su cometido,
su cruel desmán,
comiose entonces
su esencia ,su alma,
mató lentamente ¡sin ningún afán!
De ella
un penacho rojo brotó,
era su pecho abierto,
miel y sal de sus ojos negros,
ezquizofrenia y cariño de su
su frío aliento...
Ella se acostó en el suelo,
miraba su amor,
se detuvo,
se desquebrajó,
salpicó de miedo,
él se acercó y le puso un velo..
pensando que la había
convertido en espectro...
que ya fría comía de sus propios
inciertos, ¡que se quedaría a vivir
donde viven los muertos!
El creyó
que la había enclaustrado asexuada en el ataúd...
pero,no, ella es y seguirá siendo siempre una luz.
ADY ALONIT