La angustia muy pequeña del encierro,
esta que tengo por no abrazarte y ofrecerte un beso
o dos besos muy grandes,
verte la sonrisa atrevida
inmersa, sánscrita y casi mía.
Honestamente soy feliz en esta mi vigilia,
mi encierro, yo me envuelvo,
me consiento,
me duermo.
La verdad no extraño el bullicio de los edificios,
el silencio del viento,
tan adentro me hallo,
me basto.
lo único que quiero es el frescor y desenfreno del campo,
arrullo de flores ,
mirada de los perros,
pero en este mi encierro me quiero y no te extraño.
Siento un tibio amor,
me desconocía en los adentros.
ya no hay miedo de vivir este universal engaño.
"Es que permitimos tanto daño"gritaba el dolor,
mientras la viejita se mecía sola y con hambre,
el horror se tomaba una selfie
Ady Alonit
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