Divago en hojas y capullos,
botones florecidos y cerezos de bien.
Abrigo mi corazón de
las corrientes álgidas
en las calles hay alegría,
flores en las manos y el alma mía...
hay ritmos de paz.
Río dadivoso que
con sencillez me sacia,
al terminar el día pienso:
de eso se trata la vida:
amor y poesía...
cerrando los ojos y
a la felicidad abismal te lanzas!.
A fin de que los poemas florezcan solos
y se afirmen con afable raíz,
hay que sanar las
hendidas comisuras de los labios.
Naciendo ramas en verde limón,
frescas como las brisas de diciembre,
eternas como la seguridad del ocaso,
fulgurantes palabras como un sol.
ADY ALONIT
Copyright © 2015