Tengo olor de ti,
todavía me sabes a cosa deseada,
me rodea tu embeleso,
me invaden tus palabras,
como niña creí en promesas,
en letras habladas,
en sueños de vida
en unión,
en tiernas miradas,
soy una dama frágil,
que no morirá sentada,
viendo en el horizonte,
como me destrozan el alma.
Estoy vieja ya,para creer en tonterías de dependencias malsanas...
Mi fragilidad,es proporcional a mi entereza para proseguir y olvidar como la llovizna olvida al sol para morir en la noche fría y sonreída.
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