Transparente y enredado en mis dedos te soñé...
venciendo un miedo inmenso,
te metí en mi cabeza
te saboreaba a colores.
Delirios tatuados,
afable y pobremente yo imaginé,
pobre yo, pobre tú,
que solo fuimos una equivocación
pequeñita y lastimosa
que en nada se cristalizó,
estrellándose en una penumbra
después de tocar un cielo
mentiras absurdas que mi corazón
como siempre malpensó.
Ady
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