si me volvéis a
mirar,
porque es
malicia, a mi ver,
siendo fuente de
placer,
causarme tanto
pesar.
De seso me tiene
ajeno
el que en suerte
tan crüel
sea ese mirar
sereno
sólo para mí
veneno,
siendo para otros
miel.
Si crüeles os
mostráis,
porque no queréis
que os quiera,
fieros por demás
estáis,
pues si amándoos,
me matáis,
si no os amara,
muriera.
Si amando os
puedo ofender,
venganza podéis
tomar,
porque es fuerza
os haga ver
que o no os dejo
de querer,
o me acabáis de
matar.
Si es la venganza
medida
por mi amor, a
tal rigor
el alma siento
rendida,
porque es muy
poco una vida
para vengar tanto
amor.
Porque con él
igualdad
guardar ningún
otro puede;
es tanta su
intensidad,
que pienso ¡ay de
mí! que excede
vuestra misma
crüeldad.
¡Son, por Dios,
crudos azares
que me dén
vuestros desdenes
ciento a ciento
los pesares,
pudiendo darme a
millares,
sin los pesares,
los bienes!
Y me es doblado
tormento
y el dolor más
importuno,
el ver que
mostráis contento
en ser crudos
para uno,
siendo blandos
para ciento.
Y es injusto por
demás
que tengáis, ojos
serenos,
a los que, de
amor ajenos,
os aman menos, en
mas,
y a mí que amo
más, en menos.
Y es, a la par
que mortal,
vuestro lánguido
desdén
¡tan dulce... tan
celestial!...
que siempre
reviste el mal
con las lisonjas
del bien.
¡Oh, si vuestra
luz querida
para alivio de mi
suerte
fuese mi bella
homicida!
¡Quién no
cambiara su vida
por tan dulcísima
muerte!
Y sólo de
angustias lleno,
me es más que
todo crüel,
el que ese mirar
sereno,
sea para mí veneno,
siendo para todos miel.
Autor:
RAMON DE CAMPOAMOR Y COMPOOSORIO
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