Me recostaré a pensarte en
mi cama fluida de fría seda,
entre mis piernas un mal pensante,
de lo que nadie me deja,
Me recostaré a sorprenderme
de lo que mis manos desflora,
buscando un rincón perdido
que en sueños gozosos se emociona.
Me acostaré a boca arriba
para hablarme
con dejos sumisos y
desesperados de saliva,
Recordaré que no sabes besar,
cuando después de
amarte por fin quede dormida ...
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