Alonit - Poesía de hojas, de aire y de cuestiones varias
yaces y sonríes en brillo,
en plata y oro, hermoso como el campo,
fresco, fructífero en lluvia y en sequia …
no cabes en el firmamento, trasluces
desapareciendo en tu propio réquiem,
Bailas en mi vida, comes de mi espacio,
Te conviertes en todo, estas como si
traspasaras el tiempo, te destapo en el
olvido…
corres en cobardía al salir el sol,
te vas con el trino y
te pierdes como agua entre arrabales.
Te he soñado.
eres el
AMOR!
Eres el mismísimo primor,
Besas enfurecidamente el alma de mis dolores,
(Por eso, Perdóname)
pero aquí voy amándote en una libertad tan
hermosa y enriquecida,
Voy en nubes que se evaporan y con los pies
altivos,
segura,
inquietante,
en tus abrazos soy bella.
Construimos, elegimos y vagamos en esta vida
que se asombra,
Estamos vestidos de miel con un pasado que
valió la pena,
con el presente que nos ama tiernamente a
ambos,
(Gracias por eso),
Me quieres y te quiero, Y es una mejora,
decoración en nuestros adentros,
el amor hemos descubierto y no es de estos
cuerpos,
en las mil paredes de fresa, flora y deshonra,
en esta dimensión en la que a cada tanto me
escondo,
atrapada con vacas y perros de ojos tristes,
donde el tiempo pasa corriendo y asusta…
llega hasta la esquina del viejo portón y allí
se devuelve.
Mi corazón se baña del horror que no me
pertenece,
atrapada estoy entre las montañas que no me
saben responder,
aquí está la ausencia de tanto y de lo que
nada fue,
Llueve el verde colgando en la cima y cuando
los fantasmas,
de viejas flores recorren las calles, yo me
quedo feliz y muy sola,
todavía vieja, pero como una niña.
Lucho con llevarme este pueblo a cuestas,
cargado, anudado, pegado a mis ojos, es que
pude
ver el desamor en su piel y la mentira en su
palabra.
Faroles eternos y voladores cual ilusión
desgastada,
Intranquilos me ven feliz y abismada.
cada día, cada madrugada me hundo en el pasto
frio y suave,
Y todo mi ser desaparece en una aromática que
me hierve
circulando con sentido y consensuado.
