Incrustaciones,
como diamantes en
joyas ancestrales,
viejos objetos,
que perduran en tesoro
de un siniestro.
En neón brillante.
brillas en el silencio
de mi alma,
luz radiante,
que tenue vibra
en el hondo de los instantes.
Te llevo dentro,
aunque mis adentros
sean miseras piezas rotas.
Te siento en mis huesos
como fría ausencia,
como color de reflejos...
Eres el amor muerto
que late falsamente en
mis vivientes recuerdos
y en todas las cosas...
Ady Alonit.
Bonito poema. Saludos.
ResponderEliminargracias! saludos para ti....aprecio tu visita.
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